Mostrando entradas con la etiqueta cierro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cierro. Mostrar todas las entradas

sábado, 24 de mayo de 2008

Hasta hoy soy adolescente

He vivido con estampas en mi cabeza de como deben ser las cosas, de quien soy y de qué vivo. Me traté de hacer transparente y de decir lo que quiero pero no muchos me entendieron porque somos tan insipidos de manos y pies. No sabemos usarlos....
Luego caminé cabizbaja por las ciudades de Santiago porque no sentia amor de aquellos que no saben usar sus manos y pies, asi que me rendí. Me rendí ante la extraña presion de la gente, de los mormones, de mi edad. Debia actuar con naturaleza pero no era mas que una adolescente reprensiva. Buscaba hormonas e idioteces al frente de los demas, siempre al frente de los demás. Y me moldearon, me modularon, me ultrajaron, haciendo de mi una tacaña de corazon y abrazos. Me robaron las ideas liquidas de paz y amor y jugaron con mis sentimientos. Esas personas que no confian, que no buscan, que no encuentran, que no aman, que no tienen manos ni pies.

Aquellas personas siguen donde mismo: comprando libros, tomando café por las mañanas, divulgando sus buenas obras y sobretodo, sin saber usar sus manos y pies. Es una lastima por ellos.
Yo, en cambio, sigo aqui donde casi mismo; Escribo de vez en cuando, salgo por las calles de Santiago, como, bebo, rio.
Mis etapas van pasando y quemandose. No me importa el tiempo y no hay gran diferencia entre pasado y futuro. Planeo mis incesantes sueños, me disfrazo de mujer bionica.
Mis etapas se queman.
Quiero ser en verdad lo que puedo ser sin pensar en los demas. Me han hecho mucho daño en verdad... todo porque no sabian usar sus manos y pies.
Ahora me reedifico, sublebo y aplaco malos pensamientos con tal de no tener murmullos ensordecedores de aquellos malvados personajes que me atormentaron una vez.
Ya no escucho. Soy sorda.
Divulgo solo por internet. Y aqui estoy, renunciando a mis pensamientos adolescentes. Esos que se las traen a veces pero que se mueren poco a poco sin querer.
Reconozco, hasta hoy soy adolescente.